miércoles, 26 de octubre de 2011
del libro: cotidiano desencantamiento. 2010
del libro: hablante imaginario. 2011
del libro: no merecer. 2012
El hijo tonto.
El mito de mi amor.
Mínimo pequeño.
Al único satélite natural.
viernes, 17 de junio de 2011
California
jueves, 26 de agosto de 2010
martes, 29 de junio de 2010
Máquina de palabras
¿Qué esfinge de cemento y aluminio abrió sus cráneos y devoró sus cerebros y su imaginación?
Allen Ginsberg
1.
Las palabras aparecerán
Por los agujeros de mis sueños privados
Romperán las telarañas
Que el tiempo dejó mal lavado a mano
El día que la gotera de mi almanaque
Se abrió como el uniforme de una puta
A la contagiosa risa estival
De las lenguas estropeadas.
2.
El mensaje podría estar colgando
Como las hojas de una parra
Arrancada de mi boca
Pez que azota con su cola dorada
Las olas del viento de un invierno fabuloso.
La palabra que es bala
Y da nacimiento
Que hiere y crea su piel nueva
Con pólvora de estrellas
Podría colgar como Ñecla de papel de diario
El cielo repleto de ojos brillantes
Con su humilde vértigo.
3.
Romper el cableado horizontal
Con pájaros invertidos
De los ojos cabalgar su sombra azul
Como los vestidos que gimen
De las venas hasta la mano creadora.
Abrir el cielo con cesárea
Hundirse en el suelo
Romper el pavimento
Cortar la neblina de los caminos embrujados.
No la palabra como una bala
La palabra que es una bala
Abrir el cráneo borracho
Con una eclosión
En la máquina de las palabras.
4.
La batalla contra el miedo de la blasfemia
Podría llegar a su fin
Abrir la boca y dejar
Que salgan todos los animales interiores
A poblar el mundo escrito y aullado
En los papeles de los bosques
Y en las azoteas de los edificios.
Abrir la boca y dejar
El tajo en la lengua
Como una serpiente
Abrir la boca y dejar
Caer las plumas como un quetzal.
lunes, 7 de abril de 2008
La solera.
Béla Bartók
Estos chillidos no eran constantes, monótonos siempre pues constituían una consecución, pero el diámetro y la intensidad de aquellos chillidos figuraba entremedio de un piar más melodioso. Es verdad que los chillidos eran en realidad parte de esos tonos melodiosos, pero no eran iguales pues eran más bien un aire aspirado desde dentro, modificado por las lenguas de los ejecutantes, propagándose en un medio elástico de ida y vuelta; caída del sonido para comenzar nuevamente a prolongarse de manera irrepetible.
Cuando los chillidos particularmente distintos construían su monótona consecución de ritmos melódicos, entró al campo del sonido otra consecución, menos monótona, muy delicada y de volumen bajo, que se presentía detrás del sonido de los chillidos. ¿Será que este nuevo sonido, que se presentía detrás de los chillidos, provenía de un instrumento de cuerda? La verdad es que representaba un tipeo de cuerdas, un leve roce que provocaba un ritmo manso, un dúctil rasgazo tipeado dejando cortas fracciones de tonos sólidos, junto al tenue silbido del viento que ya a esa altura comenzaba a abstraerse (separarse del marco general de sonidos), y a cerrarse sin dejar de ser otra perturbación de presión expandiéndose hacia delante y produciendo efectos acústicos diferentes.
Es en ese ambiente cuando entra sorpresivamente un cántico desarmado, desplazándose en ondas vocales, dejando que el paso del aire no fuera presionado en su totalidad, tal vez, dejando que el paso del aire se abriera y contrajera naturalmente, es decir, permitiendo que el sonido vibrara en las cuerdas, articulando un lenguaje indescifrable, símbolos de sonidos que creaban elementos lingüísticos propios de una cultura que personalmente desconocía. Esta articulación tenía un aspecto nasal muy importante, pues el cántico estaba procedido de aquella pronunciación nasal que intervenía la presión del aire que la motivaba. El corte nasal de la presión del aire en conjunto con la pronunciación y el propio lenguaje hacía que este cántico se viera evidentemente enfatizado por la letra r, letra que sostenía el devaneo tembloroso del ejecutante. ¿De donde venia la sensación de que en algún lugar del cuadro de objetos musicales se encontraba una vitrola? Era como si la voz o alguno de los objetos musicales fueran en realidad una grabación reproducida por encima del paisaje natural de sonidos, y no proveniente un ejecutante que se encontrara físicamente ahí. Una rasposidad que acompañaba a sólo a algunos objetos musicales.
Mientras todo aquello ocurría recuerdo comenzar a escuchar, procedido de un sonido estruendoso, la llegada de un nuevo objeto musical más bien complejo de describir, pues este objeto, me representaba físicamente una especie demoledora de los chillidos, mezclados con una sustancia ripiosa. Este sonido demoledor giratorio, determinó el comienzo de un volumen mucho más agresivo del marco general de los sonidos. Ya que mientras este objeto musical demoledor se iba acercando, obviamente más fuerte era, lo que me permitió reconocer sonidos de cadenas rechinantes, pasos que caían en una superficie ripiosa y quizás confundidos con el sonido del agua, la consecución de la caída de algo, quizás por efecto de un movimiento, los chillidos que seguían ahí, el canto que se incrementaba, un cucú y unas campanas pequeñas pues la acústica que produjeron era de una cavidad espacial cerrada, todo esto, ampliando el marco general de sonidos y creando la intersección ciega de un clímax abarrotado de objetos musicales que se cruzaban creando la composición misma de la naturaleza de los sonidos, y abstrayendo los objetos musicales gracias a la intersección.
La cosa es que este objeto demoledor desaparece misteriosamente del campo de sonidos, dejando un silencio que no es tal, pues también es viento, chillidos y ondas de una supuesta laguna. La voz del que supuestamente también provocaba el cántico desarmado anteriormente descrito, pronuncia una corta frase de símbolos vocales, esta vez no tan nasales. Y todo termina mucho más silencioso de lo que empezó, pero siempre acompañado de esos chillidos melodiosos y complicadamente distintos.
miércoles, 20 de febrero de 2008
La estructura
Esta estructura se empina sobre cualquier otra cosa, decayendo hacia arriba duramente. Estamos hablando de un ambiente manchado por círculos de distintos tonos de cafés, de los que sólo predomina una luminosidad de amarillo cargado, sin terminar siendo en definitiva, ese color, más bien un realce del color de la piel, que para un lado, se oscurece degradadamente, gracias al termino de la estructura, y para el otro, parece mantener un color parecido, pero menos luminoso.
Ahora, subiendo por la estructura, o sea, en el decaimiento de aquella estructura, encontramos una rugosidad marcada por dos líneas verticales, pero deformadas por los cúmulos de pelos que se mantienen a cada lado. Estos cúmulos de pelos cortos comienzan de una forma bastante desordenada, digamos, arremolinados. Pero al proseguir hacia fuera de los cúmulos, se van emparejando por una sola dirección. Con esto no queremos decir que los cúmulos sean iguales, más bien, en la diferencia de los cúmulos de pelos encontramos uno de los rasgos característicos del total. El gesto.
Si comenzamos a bajar encontramos, en los dos casos, una arruga que es la arruga más predominante en la figura total. Estas arrugas semicirculares están constituidas por, en primer lugar, un peso que la misma arruga no parece poder soportar, razón por la cual predomina, y en segundo lugar, porque esta arruga es la que, de alguna forma, separa el cúmulo de pelos con otra estructura igualmente duplicada. ¿será que esta arruga forma parte del la nueva estructura que se nos presenta, duplicadamente? ¿Qué queremos decir con duplicadamente? En realidad podemos hacer esa afirmación en tanto las dos partes sean, es su totalidad, iguales. Pero este no es el caso, es por eso que describiremos un solo total, pero enmarcando las diferencias entre las dos.
Relación de Estructuras:
Determinemos que la estructura del lado izquierdo es inexactamente esférica tal como la derecha. Que en sus partes superiores están compuesto por pelos distintos en su forma y color. Pelos que en relación con los pelos que se encuentran en la parte inferior, son más largos. Lo quiere decir que estos pelos hacen que la parte interior de aquella estructura nos parezca en una mitad borrosa e inexacta. El borde en donde se encuentran estos dos tipos de pelos (en los dos casos), que es el borde de las estructuras inexactamente esféricas, es de un color más rojizo; bordes que tienen su interacción en el lado opuesto al orden de las estructuras. O sea. La estructura derecha tiene su interacción de bordes en el lado izquierdo, y la estructura izquierda en el lado derecho de la esfera inexacta, formando una especie de gelatinosa voluminosidad redondeada y viscosa, la cual se encuentra en el interior de la estructura. Las gelatinosas voluminosidades tienen influencia dentro de las esferas inexactas, ya que dejan un cierto tipo de venas rojizas que entran y que son parte, en definitiva, del total del interior de la esfera inexacta.
Algo importante. El color que predomina es el blanco, sólo terminando en un círculo que es el centro de la estructura, un circulo que contiene un borde más claro en las orillas. Este círculo contiene en si mismo, otro circulo en el centro, más oscuro, pero donde podemos apreciar un brillo de luz, un reflejo. Aunque el brillo de luz se encuentre exactamente en aquel centro, o sea, en la parte más oscura, el brillo de luz es tan cerrado, que nos permite poder apreciarlo de manera independiente a la oscuridad donde se encuentra.
Decíamos al principio que todo comenzaba en una letra V redondeada justo en el vértice que forma una división entre una oscuridad degradada inferior, y una profundidad que nos llevaba a una división de pieles. Pero si seguimos por ambos lados de la v, o sea, las dos líneas horizontales que confluyen en el vértice, esta vez hacia arriba, descubrimos, en los dos casos, dos nuevos objetos particularmente rugosos que se imponen. Estos objetos tienen como particularidad, un gran agujero en el centro de las rugosidades. Lo interesante de los agujeros es que estos tienen diferentes niveles. Profundidades que se denotan por la orilla de los agujeros, y que van bajando hasta una oscuridad que no permite ver el final, si es que lo tienen.
Las rugosidades si tienen un final y es exactamente cuando, otra vez borrosamente, distinguimos el comienzo de un cabello liso en extremo; líneas desordenadas hacia distintos lados y con distintos efectos de luz. Cada uno posee una luminosidad individual, cada uno de aquellos cabellos son un sistema donde podríamos diferenciarlos por su particular color y forma. Pero, digamos que esta frondosidad de cabello tiene una división que se encuentra más cerca del lado derecho del total de la forma de la que estamos hablando. Una división de trafico de cabellos ya que en una mitad, están direccionados principalmente hacia abajo, y el otro dirigidos hacia la derecha y hacia al frente.
A pesar que en el contorno de esta forma general de la que estamos hablando la luz proviene desde atrás de la forma, el brillo del la frondosidad de cabello y de el centro de las estructuras inexactamente esféricas, parece provenir de adelante, del reflejo de la luz en un objeto que seguramente es el que permite que se refleje esta forma inquietantemente quieta.