viernes, 17 de junio de 2011

California

California ha estado aquí, y un sindicato de nombres organizados en pila ha venido a mi rescate; aves que surgen en grafito de jardines escogidos de la sospecha van llenando los huesos, la cabeza y el sexo de ladridos y pinceladas en tejados donde la catástrofe navega pesando al sol, la tierra, la humedad, el viento que viejo transita y recuerda tras la cuesta dominada por cementerios luces que se apagan y se encienden como ojos  de dinamita en los ventanales de pasillos compuestos por sombras

¿Acaso estás drogada?

El reflejo es, el reflejo parece; el reflejo no es la lanza hacia los ojos sino que parece particularmente un calambre mental, una cabeza dominada por la electricidad, emborrachado y entristecido con espuma entre los dientes; una farsa de zapatillas y blue jeans, minutos en blanco, la lucha contra la danza de los números pasados o estados que transplantan nuestro corazón

California

California

Arremangada chorro de bilis, California; Lengua de mapa, cruz y  ombligo, parpadear azul.

Salir California, hacernos el amor. Estuve ahí para mirarte y decirte tristes palabras, sí, como un niño o un zorro; pez que azota el desierto y hospitales envueltos en lejanas alegrías. Hubieron bellezas contemplativas, hubieron recuerdos volados en verde marihuana y cemento de cuneta cubiertos por chasquidos o estallidos o chirridos o rechinamientos; repiqueteos, crac, palmadas, sonidos.
La tarde no es la noche, te dije, la noche abrillanta la espera insoluble. Hay perros en las esquinas intentando devorarnos; cuchillos, mujeres, recuerdos, más ladridos, y pasos que raspan canciones en la vereda. Cantan los niños, las viejas, los hombres, sacan sus coños en la ventolera, humo en pasillos, suspiros siniestros. La noche mendiga se la pasa cantando y pidiéndonos monedas. Háblame de ti, háblame de ti, háblame, cógeme los pies y dame un zarpazo, arma tus dientes con balas de pisco barato, mueve sigilosa la serpiente en tu paladar con la fuerza del mar que no esta, que se dispersa.
California, aunque no los seas precisamente, California; Rara ciencia libre de caídas, oculto repaso de las épocas, hija del hastío y la memoria de los bosques, háblame, no te calles, mendiga y sucia, California suicida, zurda, foguista, resplandeciente, banquera de mis pasos perdidos en la marea del plick plack. No tienes odio ni tienes memoria; no tienes vieja bañera bajo del sol ni cuentas de crédito ni autos deportivos ni mensajes de teléfono en tu celular. A nuestras sombras construidas por el sol, les pintas un dibujo, las acaricias como gato y te vas corriendo hacia la esquina, sacas cuchillos, sacas huesos, relojes, sacas un poco de coca, astrónomos, ballenas y burbujas. California soplido, canuta de los demonios, huérfana de mi bar, pasado ensangrentado sobre el jardín, California, recolectora de poesía, cayo de artista, señuelo de la virginidad, pez de gusano, arma contra los hombres del mar.

California

California

¿Dónde estuviste cuándo yo, cuándo él?

California fría de pies y manos, marea de los ríos y los coligues, escollo que no sueña, armonía deshabitada, sol declinado.
Hubo un afortunado California, hubieron miles, una sola de ellas, Cali, una sola de ellas que entró y salió, y lo hizo muy bien como a ti te gusta, pero cuando te digo, hey! California, óyeme tú, espantosa criatura que lambarea loca, sapito de Julio, como decía tal; se me enreda entre su pelo sauce que no es frágil en la cama sino un océano loco, se me embetuna de respuestas que oh sí, que oh no! se mantiene presa, y yo sigo preso a tus tardanzas, a la elucubración de tus intenciones, cola de motor en alto vuelo, cola de los ciclos de los relámpagos ¿dónde andarás California? ¿qué pajarito ha desviado tus pasos? Lila cochera de penes inexpertos, labio entregado a los dientes agitados, sexo violento que hace liquido lo que toca.

Hocico lánguido hacia la luna
Hocico ojo dormido en las piedras
Hocico arrodillado y yo me pregunto
¿quién mierda te ha puesto ese nombre, California? 

1 comentario:

Mixha Zizek dijo...

Cuando vengo a leerte siempre me quedo con ganas de leer más, me dio gusto tu visita, besos